Rastreo de activos fijos

¿Desea saber dónde, cuándo y en qué estado se encuentran sus herramientas o instrumentos de trabajo? Y, ¿reducir así los tiempos de inactividad y las fallas de maquinaria e incrementar la productividad total? Le mostramos cómo las tecnologías RFID y de código de barras le pueden ayudar.

Ejemplos de aplicación

Un tag adherido a la herramienta le proporciona la información que requiera sobre el estado (por ejemplo, el tiempo de uso, parámetros de ajuste actuales), la ubicación de almacenamiento u otros datos de una herramienta de mecanizado. Los datos en el tag RFID son leídos por un cabezal de lectura/escritura RFID y transmitidos a un procesador.

Los tags RFID también se colocan en moldes de inyección y herramientas de corte. Estos portadatos proporcionan información sobre los parámetros de ajuste, así como datos sobre el uso, el mantenimiento y la asignación a la máquina en la que se utilizan. Un cabezal de lectura/escritura RFID puede leer los datos y transmitirlos al control de máquinas. Esto permite realizar el monitoreo de condiciones y el mantenimiento predictivo.

Tecnologías RFID

La administración de activos fijos como, por ejemplo, herramientas, moldes de inyección, etc. requiere que las características de los componentes RFID cumplan requisitos específicos de las aplicaciones:

Existen portadatos de diferentes formas, tamaños de memoria y con diferentes características materiales. Los portadatos para Tool-ID son muy compactos, resistentes a los lubricantes/refrigerantes y productos de limpieza comunes. Tienen una memoria grande para almacenar datos de los parámetros de máquinas y herramientas.

Los cabezales de lectura/escritura están disponibles en una variada gama de formas que faciliten su aplicación ya que para el rastreo de activos fijos se requiere que sean compactos para garantizar el cumplimiento de intervalos de lectura específicos de la aplicación, así como un manejo y ensamble sencillos.

Los procesadores son las interfaces entre el cabezal de lectura/escritura y el nivel de control superior. Mediante diversas variantes puede conectarlos en todas las modalidades comunes de bus de campo. En un procesador se pueden accionar hasta cuatro cabezales de lectura/escritura independientemente de su frecuencia.